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Dueto

julio 21, 2023

Las notas vuelan libres
Sobre la vacía sala.
No hay multitudes gritando.
No hay aplausos.
No hay encore.

Solo una silla,
Un escenario desnudo,
Seis cuerdas de matal,
Y un alma destrozada.

La melodía se deshila,
En una lenta danza,
Al volverse complice
De sus recuerdos.

Cuatro marcas en el piso
Dolorosamente marcan
El hueco silencioso
Donde una segunda silla
Jamas volverá a estar.

Finas gotas carmesí
Salpican el suelo
Mientras sus dedos en carne viva
Frenéticamente danzan
Sobre las cuerdas.

Un gesto alegre.
Un juguetón beso lanzado.
Una sonrisa traviesa.
Una puerta que se cierra.

No cruzaron palabras.
No dijeron adiós.

La frialdad de su epitafio
Entregado en una sola línea
En la pantalla de su teléfono
Aún arde en lo profundo de su alma.

«Ha habido un accidente.»

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